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Cuento sobre los roles masculinos y estereotipos de género que visibiliza el afecto y amor entre los hombres. Con toques de humor y juegos visuales. Un cuento ilustrado sobre la rivalidad entre los dos protagonistas sobre sus padres, y cómo esta puede convertirse en un mensaje sobre la afectividad entre dos hombres. Una historia que nos muestra, de manera natural y normalizada, el amor y los cuidados entre los dos hombres, sin más. Y todo a través de los ojos de sus dos hijos, ¡una auténtica revelación y manifiesto sobre el amor entre los hombres!
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“Si yo fuera” aborda de una manera poética la necesidad de preservar la naturaleza, contribuyendo de forma positiva al mantenimiento de la biodiversidad. Con una estructura encadenada y circular, que va ligando elementos en cada doble página, y unos textos y unas imágenes que comparten poder de evocación, Pilar López Ávila y Gina Rosas Moncada han creado un álbum sencillo y poético que es una reivindicación del ciclo de la naturaleza y una puesta en valor de cada uno de los elementos que dan forma al frágil equilibrio que hace realidad ese milagro que llamamos vida.
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Un cuento para dejar de gritar. Pablo y su familia (sus padres y su hermana pequeña) aprenderán que es posible no gritar cuando se enfadan entre ellos o con los demás. Porque cuando nos gritamos, nuestros corazones se alejan más y más, y entonces no nos encontramos. Así que en la mayoría de las ocasiones, con un susurro basta, para comunicarnos bien.
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Manuela es una gran exploradora. Vive con sus doce pájaros, de quienes se hizo amiga durante sus numerosas expediciones. Juntos llevan una vida muy tranquila, hasta que un día los pájaros deciden que ha llegado el momento de ir en búsqueda de sus propias aventuras. Vivirán muchas emociones y pasarán algún que otro contratiempo... ¡pero el viaje no los va a decepcionar! La gran aventura es un libro estimulante que aborda los conceptos de la aventura, la libertad y el amor por la lectura.
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El Imagodonte es un animal tan difícil de encontrar que no falta quien asegura que no existe (pero esa incredulidad le saldrá cara, como se ve en el libro). También hay quien lo confunde con el camisaurio doméstico, con el que el imagodonte no tiene nada que ver. Nadie ha conseguido capturar un imagodonte todavía, así que para tener uno lo más aconsejable es buscar uno de sus huevos y empollarlo. Claro que eso tampoco lo ha conseguido nadie hasta ahora