Cuando miramos un árbol, ¿alguna vez nos imaginamos que fue una semilla? Resulta sorprendente saber que ese bello e intrincado despliegue de ramas y hojas tenga su origen en algo tan pequeño.
¡A viajar, semillas! abre un huequito en la tierra y con él, una oportunidad de espiar algo de ese misterio. Las semillas no se quedan quietas: vuelan, nadan, flotan. Esperan, se esconden, caen. Viajan. Esa vida dentro de ellas quiere nacer. Y en su interacción con todo lo bueno de este mundo -el sol, el aire, el agua, los animales, los insectos- buscan el camino para sembrarse; para encontrar un hogar donde brotar, hacerse fuertes y crecer.
Con las ilustraciones, Lorena Ruiz hace un homenaje a la geometría vegetal: hay semillas, hojas, flores e insectos que forman tramas de hermosos colores y texturas. Cada escena del libro nos cuenta una pequeña «biografía»: de las semillas del roble, del serbal, del arce, de la magnolia, entre otras, revelando así lo brillante y compleja que es la naturaleza.
Al final del libro, la autora ofrece un apéndice de información científica sobre los viajes de las semillas, cómo germinar un árbol y la importancia de éstos para la vida en nuestro planeta.
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Pequeño verde cuenta la historia de una semilla que es llevada por el viento desde el bosque a la ciudad, donde cae justo en la grieta de una calle. La grieta es reparada, y la semilla queda ahí atrapada. Pero el ímpetu de la vida la impulsa, y comienza a crecer y crecer bajo la tierra, aprisionada pero apoyada por bichos como chanchitos de tierra, gusanos y arañas que la empujan para que pueda atravesar el asfalto y tocar con sus pequeñas hojas el aire y el cielo.
Los textos de este libro son rimados, lo que le entrega una musicalidad exquisita a la lectura, con un profundo sentido poético que da cuenta del amor por la naturaleza, los árboles y el ciclo de la vida.
Las ilustraciones aportan luminosidad y juego a los textos, complementándolos con las expresiones de esta pequeña semilla que comienza a vivir ante nuestros ojos. Vemos en su mirada la desesperación por salir al mundo, el agobio al sentirse atrapada, y también la felicidad y la alegría de saberse en compañía.