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Llega la tercera entrega de la serie del monstruo del armario. Después de comprobar que existe y de educarlo un poco, llega el momento de encontrarle el lugar ideal para instalarse. Ayudas el protagonista? El monstruo del armario me ocupa tanto espacio en el armario que ya no puedo guardar bien mis cosas. ¡Tengo la habitación hecha un desastre! Creo que ha llegado el momento de buscarle otro sitio para vivir. ¿Pero dónde? ¿En el bolso de mamá? ¿En el cajón de los calcetines de papá? ¿En mi mochila? ¿O tal vez en el desván? ¡Qué trajín! ¿Me ayudas a encontrarle el sitio ideal?
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Sin stockNadie espera que, al despertarse un día, con mucha hambre de tostadas, haya un monstruo en la cocina. Pero resulta que un sábado, a Matías le pasa exactamente eso. ¿Es su imaginación o de verdad es un monstruo? Un monstruo peludo y gris, con cresta amarilla, cola rosa y garras anaranjadas. ¡Qué horror! Eso le sacaría el hambre hasta el más valiente. ¿Y qué hará Matías, entonces? Lo que haríamos todos: llamar a su mamá. Que también lo ve, pero no de la misma manera en que lo vio Matías. “Hay un monstruo en la cocina” empieza así: desde una mirada. Que va cambiando, como un reloj, como una brújula, para mostrarnos cómo cada uno de nosotros puede ver las cosas desde un punto de vista único e irrepetible: el propio. El final, tierno y gracioso, abre una ventanita inesperada a la que podemos asomarnos para espiar algo sorprendente: la mirada del pobre monstruo que fue sorprendido, in fraganti, con una cuchara, en esa cocina.
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Sin stockEn la habitación de Marina no hay ningún monstruo hasta que apaga la luz para dormir. De noche, oye ruidos extraños en el armario, la puerta se abre lentamente y aparece un personaje misterioso. ¿Cómo podrá superar su miedo?
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Sin stockEl Monstruo Verde está lleno de basura que la gente lanza al parque, y cada día se hace más grande. Por eso, está terriblemente triste. ¿Será posible ayudarlo? Tres niños lo harán y, de repente, todo cambiará.