“El señor Silicoso está completamente loco si se imagina que voy a darle una hormiga”.
Así comienza esta aventura fantástica ilustrada por el mexicano Gabriel Pacheco, cultor de una poética visual propia construida a través de sutiles homenajes y referencias al autor de Rayuela. No, no y no, aparece como uno de los pocos libros ilustrados de Cortázar.
“Está loco. No solamente no voy a darle una hormiga sino que tengo la intención de pasearme delante de su casa llevándola conmigo para hacerlo rabiar”.