Emotivo relato que aborda la discapacidad desde la perspectiva de una niña que cuenta las aventuras que vive con su hermano Alejandro en su silla de ruedas. Un mundo metafórico que invita a conversar sobre la integración con amor y naturalidad. Mi hermano se llama Alejandro. Él siempre me hace reír. Mi hermano anda en silla de ruedas, porque no puede caminar. Dice cosas divertidas, como que él es el único niño de 12 años que va en auto propio al colegio.