Este no es solo un libro de versos y chorradas, ¡sorpresa! Es algo más gordo. Es la experiencia, las emociones, la voz -incluso algún grito desesperado de todas aquellas mujeres que de repente, un día, se convirtieron en madres -o no- y lo fliparon en colores. Porque la maternidad está llena de rosa, de brilli-brilli, ¡de magia!, pero también de un amplia paleta de grises hasta llegar al negro. Y, a veces, descubrirlo es como una bofetada inesperada, ¡zasca!