«Dos gotas de agua.
Así somos.
Tan iguales.
Es tan poca la gente
que nos diferencia:
nuestra madre, sí;
nuestro padre, también;
alguno de nuestros amigos, a veces.
De los demás, nadie.
Nunca».
Ser gemelos idénticos puede ser un lío, aunque a veces también tiene sus ventajas.
Un libro con un humor sutil, para jugar a adivinar quién es quién y para pensar en qué es lo que te hace ser tú mismo y no otro.