¡El señor Ponte no podía creerlo! ¡Había un pelo en su sopa! ¿Quién será el culpable de semejante descuido? El enfadadizo señor Ponte no descansará hasta averiguarlo y dar su merecido al culpable. Desde la camarera hasta el agricultor, nadie se salvará de sus acusaciones. ¡Descubre el sorprendente y divertido desenlace!