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El abuelo, mi Capitán, me contaba cada tarde ¡historias y más historias! Yo escuchaba con mi sombrero favorito, el de rey, porque para él soy su rey. Ahora el abuelo ya no está y hay un agujero enorme ahí, en mi pecho, al lado del corazón. Siempre es triste despedirse de alguien a quien quieres mucho. Y más aún si la despedida es para siempre. Pero mamá dice que él siempre me estará acompañando….