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Sin stockRuti tiene miedo de un monstruo azul con una nariz naranja que aparece en sus sueños. Para tranquilizarla, papá le lleva a Yosi, su elefante de peluche. Ahora Yosi tiene miedo. Entonces, le llama a otro juguete que lo abraza y conforta. Uno a uno se van quedando ormidos, a excepción del reloj que nunca descansa y del monstruo azul, que tiembla de miedo en una esquina. ¿Quién lo calmará? Una historia sobre el miedo de los chicos a la oscuridad. Shira Geffen emplea la retahíla para contar esta historia. La aparición de cada personaje es una sorpresa y un deleite para el lector. Las ilustraciones de Natalie Waksman-Shenker dotan de calidez a la narración que nos remite al tierno abrazo con el que finaliza la historia.
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Una pluma violeta emprende un viaje a través de las páginas de este libro. Se convierte en el bigote de un gato, la espina de un erizo y la cola de un perro, entre otras situaciones divertidas. De pronto, perdemos de vista a la pluma, pero el final del libro nos sorprenderá: una pluma real le permitirá al lector continuar su propia historia, que puede ser tan extensa como la imaginación lo permita. En las guardas, el lector reconocerá muchos de los objetos empleados en la creación de las ilustraciones. El collage con objetos cotidianos es el estilo habitual de Hanoch Piven, que le ha merecido reconocimiento en el mundo del arte y la publicidad. Es un libro ideal para ser compartido en el que todos notarán el vuelo audaz de esta delicada pluma. La sorpresa al final iluminará la imaginación de cada lector.
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Una niña triste y solitaria sueña con volver a ver a su madre mientras ve pasar las nubes en el cielo. Un día conoce a un extraño pájaro. ¿Podrá él ayudarle a cumplir sus deseos? Andrea Petrlik terminó este libro durante su participación en el taller de la UNESCO en la Bienal de Ilustración de Bratislava. Los originales se encuentran en el Museo de Arte Chihiro en Japón, en una de las colecciones más grandes de ilustraciones de libro álbum del mundo. El libro ha ganado varios premios, entre ellos el Grigor Vitez, distinción croata (2002) por las ilustraciones. En 2003 recibió la Placa de Oro de la 19a Bienal de Ilustración en Bratislava. Se trata de una conmovedora historia y una lectura recomendada para abordar la pérdida y el duelo con los más pequeños.