Las aventuras y los peligros no han acabado para Dina y su familia luego de haber desbaratado por dos veces los siniestros planes de Drakan y sus aliados.
Una presencia inquietante y elusiva, a veces como un rostro extraño entre la multitud del mercado, otras como una figura acechante entre la niebla del páramo, acecha a Dina tal como lo hacen los Magos negros, poseedores del Don de la Serpiente, un poder que los convierte en maestros del engaño y la ilusión.
Y, como si no bastaran los problemas, un hombre llamado Sezuan llega hasta la casa de la Avergonzadora reclamando ver a su hija, Dina, a quien no conoce.
A partir de ese momento, la vida de Dina, Davin, Rosa, Nico y toda la familia, se convertirá en una huida frenética en busca de refugio y una lucha desigual por sobrevivir a los embates de poderes que se obstinan en atentar contra ellos. El Don de la Serpiente es el tercer libro de la exitosísima Saga de la Avergonzadora (Skammerens Datter).
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Un libro que reconfortará a aquellos niños y niñas -y adultos- que se hayan sentido tristes alguna vez.
¿Alguna vez has sentido que no sabes qué hacer con la tristeza?
Si es así, este álbum ilustrado le ofrece a tu tristeza el refugio en el que podrá hacer lo que ella quiera: podrá hacer mucho mucho ruido o estar en silencio; estar muy activa o quedarse quieta; hacerse un ovillo o volverse tan grande como pueda. En este lugar, tu tristeza tendrá todo lo que necesite y tú podrás visitarla siempre que lo desees. Quizás habrá temporadas en las que os veréis menos y otras, más. Pero en su refugio, tu tristeza se sentirá segura y nadie podrá hacerle daño.
El bello refugio que han construido Anne Booth y David Litchfield para tu tristeza es asombroso y, al igual que le sucede al protagonista de esta historia, te ayudará a entender lo maravillosa que es la vida.
La escritora de esta emotiva historia se inspiró en las palabras de Etty Hillesum, una mujer judía, víctima del Holocausto, que escribió: «Otorga a tu pena todo el espacio y el refugio que merece dentro de ti (...) Y si le has dado a la pena el espacio que requiere, entonces podrás decir con verdad: la vida es hermosa y muy rica».
