Los animales de la granja del tío Celedonio duermen tranquilos la siesta hasta que la gallina Vanesa se cae al suelo. ¡Menudo alboroto! Entre cacareos, ladridos y rebuznos, Vanesa, asustada, huye y desaparece. Días después, el granjero recibe una petición de rescate: ¡la gallina está en manos de un zorro poeta!