¿Puede el amor alimentar el alma? Catalina y su abuelo Ezra urden, sin saberlo, una tierna historia que roza el sentido clásico de las fábulas. Una adoslescente que vive bajo el peso de la anorexia es salvada in extremis por su abuelo jubilado que la cura con un “sencillo” plato de sopa. Una bella historia que nos enseña que no hay vis medica que supere al amor y que nos muestra una relación entre un abuelo y una nieta que puede inspirar a mucha gente.